Corre-caminata con Jesús

CORRE-CAMINANTA CON JESÚS

Pocos días atrás tuvimos la Corre-Caminata celebrando un aniversario más de la fundación de Colonia Miguelete.
Primera vez para mí, experiencia inolvidable. Ella me llevó a pensar en aquella “corre-caminata” que acompañó a Jesús en su entrada a la ciudad capital de Israel: Jerusalén.

Parece que hubo preparativos especiales: Jesús, por ejemplo, se aseguró que el burro que montaría fuese el indicado .
Seguro que la comunicación boca a boca funcionó mejor que un WhatsApp, pues dicen los registros que había mucha gente y de todas las edades. Hubo participantes que llevaban palmas y echaban mantos en el camino y también asistentes a la vera del camino.

Se me ocurre que hubo quien estuviera allá para pasar un buen rato, saliendo de la rutina diaria; que hubo quien participara por el posible premio de tener un nuevo rey y desbancar a las autoridades extranjeras; y quienes conociendo un poco de lo que era capaz Jesús, se acercaron para ver que milagro nuevo iba a realizar…tenían curiosidad, deseaban saciar su antojo de novedades de última hora. Estar en la ola. Recibir de primera mano la noticia que parecía sería “viral”. No hay que olvidar a quienes sabían que Jesús sería mal recibido tanto por las autoridades romanas como las religiosas: era un “elemento subversivo”, un perturbador del orden establecido.

Jesús no se hacía ilusiones: dice el Evangelio que “afirmó su rostro para ir a Jerusalén”. Hoy diríamos que se “armó de coraje”, que su “puso las pilas”, que afrontó conscientemente la tarea que tenía por delante y que era parte de su misión: asumir y vencer la cruz. O sea, para Jesús la entrada a Jerusalén no tenía nada de “triunfal” (para tu información, ese término no aparece en ninguno de los evangelios), en los sentidos que hoy podríamos darle. Su triunfo será después, al resucitar de la muerte.

¿Qué es entonces lo que celebramos con tanto entusiasmo en el domingo de Pasión o de Ramos?

Celebramos y agradecemos la presencia de Jesús a nuestro lado, en todas nuestras Corre-Caminatas de la vida:
– que acompaña al grupo de 3 y 4 años, “motorizades en triciclo” poniendo madres y tías y padres cargando los vehículos cuando se cansan;
– que acompaña y anima a niños, niñas y juveniles a participar y competir en eventos saludables y de comunidad que van formando gestos y acciones de solidaridad y compañerismo;
– que acompaña a las mamás y sus bebés que con su participación nos recuerdan que sin ellas la vida pierde mucho;
– que entrena, prepara y sostiene a la juventud y las personas adultas a no desmayar ante las dificultades que se presentan;
– que va del brazo de las ancianas y ancianos que con sus pasos lentos nos ayudan a recordar nuestros orígenes, la presencia de Dios desde la eternidad y hacia la eternidad.

Mi palabra-deseo para ti es que todos los días sean días de celebración en tu vida, que puedas sentir que Jesús cerca tuyo está y te ama con amor sin igual.

Bendecido Domingo de Ramos

 


Eunice Arias

Categorías: Reflexiones