Epifanía

Hoy 06 de enero, celebramos la fiesta de la Epifanía, más conocida como día de los Reyes. Es el día en que los cristianos recordamos la visita que los sabios del oriente le hicieron a Jesús, trayendo regalos de oro, incienso y mirra.

La palabra “epifanía” significa “aparecimiento, manifestación”. Es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo De Dios y Salvador del mundo.

La visita de los sabios fue una señal de que la encarnación de Dios en Jesús fue dada a conocer al pueblo judío y que Dios la extendió a todo los pueblos y naciones del mundo.

Doce días después de celebrar la Navidad recordamos:

No basta con saber dónde nació Jesús, como hicieron los escribas, si no vamos allí.

No basta con saber que nació Jesús, como Herodes, si no lo encontramos.

Cuando su lugar se convierte en nuestro lugar, cuando su tiempo se convierte en nuestro tiempo, cuando su persona se convierte en nuestra vida, entonces las profecías se cumplen en nosotros.

Entonces Jesús nace dentro de nosotros. Se convierte en el Dios vivo para cada una/o.

Hoy se nos pide que imitemos a los sabios. No debaten; ellos partieron. No se detienen a mirar, sino que entran en la casa de Jesús. No se ponen en el centro, sino que se postran ante Aquel que es el centro. No se quedan pegados a sus planes, sino que están preparados para tomar otros caminos.

Sus acciones revelan un estrecho contacto con el Señor, una apertura radical hacia él, un compromiso total.

Con él, usan el lenguaje del amor, el mismo lenguaje que Jesús, aunque niño, ya habla.
De hecho, los magos van al Señor no para recibir, sino para dar.

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