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Mensaje Navidad 2019 – Iglesia Metodista en el Uruguay

Mensaje Navidad 2019

Lucas 2:7 – 20
7. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Los ángeles y los pastores
8. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
9. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11. que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14. ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
15. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
16. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
18. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
19. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
20. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

El nacimiento de nuestro Redentor, hijo de Dios y Dios él mismo, es un hecho profundamente humano marcado por lo Divino. Los versículos de los evangelios, que relatan el nacimiento, (Mateo y Lucas), junto a los que relatan la Resurrección son los más tratados y analizados en nuestros cultos. Estos acontecimientos son fundamentales para la fe cristiana.

Los invito a hacer el ejercicio de pensar qué haría cualquier ser humano, que no desee aportar a la concreción del Reino de Dios si su meta es que su hijo domine el planeta. Comencemos por considerar los requisitos debiera tener su esposa, seguramente no sería una aldeana de un pobre pueblito.

Luego, qué opción tomaría para escoger el lugar del nacimiento de este hijo. Seguramente no escogería que naciera en un pesebre en un pueblito de una zona perdida en el inmenso imperio que de la época. Si fuera en el tiempo que nos toca vivir podría ser en Nueva York o Londres, las ciudades en las cuales se manejan los negocios más importantes del sistema económico del momento, en uno de los mejores sanatorios, que cuente con los mejores neonatólogos y obstetras, que cuenten con los más sofisticados instrumentos para cumplir con su tarea.

¿Qué sigue? ¿A quiénes les informaría que se ha producido el alumbramiento? Seguramente a banqueros, dueños de las empresas del sector informático o de la industria o de los negocios, sin dejar de lado a los principales líderes políticos de las potencias del mundo.

Se imaginan qué obsequios le llevarían estas personas cuando fueran a visitarlo al sanatorio, si es que lo hacen, sin duda lo enviarían a través de un Courier, a lo sumo con una nota con un texto muy apropiado para la circunstancia y considerando en sacar provecho, pensando estratégicamente en el futuro del niño y en el presente del padre.

Entonces ¿qué nos hacer creer y tener fe en un Dios que es un pésimo estratega? El Reino de nuestro Dios. No es de este mundo, no tiene sus fundamentos en el poder terrenal; nunca pueden ser sus mejores aliados los poderosos de la tierra. Esta es la primera señal que encontramos en los textos bíblico como el de Lucas que encabeza este texto.

Nuestro Dios estará siempre del lado de los necesitados, de los marginados y espera de nosotros que también lo estemos, de no ser así, pésimos seguidores suyos seríamos. En los evangelios encontramos numerosos ejemplos que nos muestran del lado de quienes debemos estar. Jesús defendió, se puso de lado de los niños y mujeres, especialmente de las viudas, de los pobre y enfermos, de los distintos y de los despreciados por la sociedad contemporánea. No dejó de mostrarnos que también se ocupó de los supuestos pecadores como las prostitutas ni de los indeseables, como los recaudadores de impuestos.

Nuestra sociedad actual nos presenta otros desafíos, diferentes. Pobres, indigentes, marginados siguen existiendo, pero se suman los discriminados por su opción sexual, los inmigrantes, los que piensan distinto, sea en el aspecto que sea, etc. La lista es larga y seguro por más ejemplos que agregue omitiría alguno, que cada uno de ustedes piense a quienes más incluir.

Gracias Señor porque podemos recordar en cada Navidad, a través de los ejemplos que nos has dado en la primera de ellas a quienes debemos tener como próximos, a quienes debemos dedicar nuestros esfuerzos.

Te pedimos que nos des la sabiduría de encontrar en nuestro tiempo, del lado de quien estar y qué debemos hacer, fortalécenos para tomar la decisión y llevarlo a la práctica.

Muy feliz Navidad, que sea un tiempo de bendición para todos, no sólo cristianos mas todo el pueblo de Dios. Shalom

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