Conversamos con la teóloga eco-feminista Nancy Cardoso

Nancy Cardoso, teóloga eco-feminista brasileña, visitó hace pocos días nuestro país para brindar una serie de charlas en Colonia organizadas por el Centro Emmanuel. Sus aportes se plantearon en torno a dos ejes principales, el profeta Oseas y el cuidado de la creación, y el lugar de la lectura popular de la Biblia frente a los fundamentalismos. En ese contexto pudimos encontrarnos con ella en la iglesia Metodista Central para mantener esta conversación que abordó temas como: sexualidad, fe, ecología, fundamentalismos y el vínculo de religión y política.

 

¿Nancy, contanos desde dónde hablás?

La manera tradicional dice que soy pastora metodista, desde hace veinte años en la “Comisión pastoral de la tierra”, que es una comisión de la iglesia católica para los conflictos de la tierra en Brasil, que tiene una postura ecuménica bastante significativa. Esa soy yo, y desde ahí, hablo.

 

¿Como se está viviendo la lucha eco-feminista en el contexto actual de Brasil?

Hoy tenemos una revancha patriarcal, los grupos religiosos conservadores están respondiendo frente a los cambios que propusimos desde los grupos feministas y de la diversidad.

Para mí la “ideología de género” es el nombre que tiene la revancha de estos grupos, que posee una dimensión también de lucha de clases. Los sectores de la educación, la salud, la asistencia social nunca fueron laicos, estos servicios en Brasil siempre estuvieron muy unidos con privilegios de la Iglesia Católica, y ahora de otros grupos evangélicos con poder.

Creo que las teólogas feministas pusimos a los varones frente a su dios patriarcal y les mostramos que ellos amaban a un dios patriarcal, con una relación homoafectiva con Dios. Ellos muy orgullosos de su virilidad estaban en una relación afectiva con un Dios también muy viril. Entonces nosotras desnudamos a un Dios patriarcal. Como decía Marcela Altaus Reid, le levantamos la falda a Dios, y mostramos que el heteropatriarcado está amando a un Dios viril.

Desnudar esta relación homoafectiva los enoja mucho, por eso estos grupos reaccionan muy fuerte, porque muestra una identidad que tienen estos grupos religiosos. En el espíritu de lo denunciado por Marx dice: “los burgueses dicen que horror quieren terminar con la familia patriarcal y la propiedad privada”, y esto fue lo que asustó a estos señores, al ejército, a las iglesias y a los dueños de la tierra.

 

¿La primera línea de teólogos de la liberación no pudo incorporar este análisis de la diversidad y el género?

Los teólogos de la liberación pensaron que los pobres no tenían sexo y dejaron afuera esta dimensión. Pero tampoco podemos caer en una teología de las identidades y sin clase social, sino no podremos crear las solidaridades necesarias entre etnias, sexo y clases.

Yo soy una teóloga de la liberación eco-feminista. Yo pienso que el queer es la respuesta más bonita que ha podido desarmar lo femenino y lo masculino desde otro lugar. Pero yo no logro sentirme autorizada con lo queer, pero camino junto.

Nunca el cristianismo fue tan nativo como ahora en Brasil, siempre fue impuesto; tanto el catolicismo con el colonialismo y el protestantismo con su hiper racionalidad. Ahora, pese a lo que pese, el cristianismo tiene la posibilidad de ser más encarnado o más nativo. Lo confesional dejó de ser importante, ahora lo significativo pasó a ser lo comunitario, y lo barrial lo más importante.

En Brasil tenemos una alma mágica y el fenómeno religioso está muy cambiante, muchas iglesias evangélicas han incorporado elementos de las religiones afro con lo ritual corporal y los objetos que poseen espíritus. Ahora tenemos apropiación indebida de elementos de las religiones africanas.  Mientras que para los protestantes lo central es la palabra y no los objetos.

 

¿Como dialoga la tradición religiosa con el cuerpo, lo corporal y lo afectivo?

Las feministas ponemos esta dimensión del cuerpo y la sexualidad para vivir la espiritualidad. Las iglesias pentecostales son una respuesta a las necesidades corporales pero sin perder el control patriarcal, el culto neopentecostal es un “extractivismo erótico”. Con un control del cuerpo, una música y una manipulación de las emociones. Se da lugar para la expresión de lo corporal pero controlada dentro del paradigma de “Dios, patria y familia”. Las iglesias conservadoras están haciendo una minería de lo erótico, sacando lo erótico para moralizarlo.

Estas iglesias están diciendo que la culpa es de las feministas y los gays, por eso hacemos cultos de las señoritas y los señores. Dicen que tenemos que ser femeninas y no feministas. Esta es su respuesta ante la denuncia de las relaciones homoeróticas del patriarcado.

 

¿Cual será el futuro de las iglesias protestantes en el diálogo con el feminismo y los movimientos LGTB?

No se puede adivinar cómo vamos a salir de esta situación, porque las iglesias y las sociedades estamos con muchas contradicciones. Entonces hay nuevas iglesias de inclusión sexual, pero algunas siguen una espiritualidad tradicional. Dios sigue siendo patriarcal y son iglesias de inclusión gay/ lesbiana, pero sin mover lo patriarcal jamás.

Y es importante que haya pastoras y obispas. Pero queremos otras maneras de ser iglesia, de ser comunidad. No vino nuevo en odres viejos.

 

¿Que te aportó lo Metodista?

Yo reconozco que la iglesia Metodista me enseñó a hablar, a leer, a interpretar con la Biblia en la mano, desde los grupos de niños y en mi juventud. Y creo que las iglesias protestantes tienen como fuerte la formación de liderazgo, estoy muy agradecida con que la iglesia Metodista me hizo feminista, aunque mi iglesia en Brasil no me quiera reconocer.

Y hay dos puntos que son cruciales en mi espiritualidad que puedo responder desde lo metodista: uno, es la desigualdad social que sigue siendo un escándalo en este sistema de producción capitalista.

Y mi interrogante número dos es sobre la naturaleza y sobre todos los sistemas de vida, la explotación extensiva e intensiva, la reducción de la naturaleza como materia prima. Y esto se ha vuelto un sistema de explotación aceptado por los cristianos. De  manera que aquí se juega una experiencia del Espíritu, y el Espíritu está actualizando día a día la fe.

 

¿Que te aportó la pastoral de la tierra?

Tengo experiencias de comunidades que entregan su vida por amor a un río, para defender un bosque, y para ellos es su experiencia de Dios. Esto abrió para mí un mundo donde Dios también habla conmigo en la naturaleza. Yo también estoy haciendo mi proceso de reforma, como la iglesia reformada, que siempre debe estar en reforma. Por esto puedo pensar en una lectura agroecológica del profeta Oseas, porque estoy haciendo un proceso de reforma desde el eco-feminismo.

 

 

Nicolas Iglesias Schneider
publicado originalmente en el blog de la Iglesia Metodista Central

Categorías: Reflexiones