Navidad Teniente Rinaldi

Navidad 2021 en Casavalle

Con mucha alegría la comunidad de Teniente Rinaldi celebró, ayer miércoles, el Culto de Navidad, con la clásica presentación del pesebre viviente.

¿En qué medida estamos disponibles para Dios y vemos lo que el quiere hacer en nosotros y por medio de nosotros?

La Reflexión fue sobre el Evangelio de Lucas 1:26-38, con el maravilloso ejemplo de María.

Un ángel anuncia el nacimiento de Jesús

26 A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, 27 donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. 28 El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo:
—¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
29 María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo:
—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. 31 Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, 33 para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
34 María preguntó al ángel:
—¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
35 El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. 37 Para Dios no hay nada imposible.
38 Entonces María dijo:
—Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel se fue.

María ,madre de Jesús, mujer humilde que escucha a Dios con confianza y alegría. Desde esa misma actitud hemos de escuchar a Dios en la iglesia actual. Es urgente despertar la alegría en nuestras comunidades y recuperar la paz que Jesús nos ha dejado en herencia.

También a nosotros como a María se nos confía una misión: contribuir a poner luz en medio de la noche. Estamos llamados a sembrar esperanza. Nuestra tarea no es apagar la mecha que se extingue sino encender la fe que, en muchos, está queriendo brotar. Desde nuestras comunidades, podemos ser levadura de un mundo más sano y fraterno.

La Navidad puede ser una oportunidad para expresar cuánto amo a mi familia ,amigos y comunidad. Nos comprometemos hacer de la Navidad una oportunidad de transformación.

¡Alégrense el Señor está contigo!

 


Giovanna Romero

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